“¡Menos mal ganamos!” fue la frase que más escuché entre los hinchas y simpatizantes del “Capo de Provincia”tras la victoria frente a Universidad Católica en el siempre complicado estadio de La Florida. Un resultado que sorprendió a muchos incrédulos y a los eternos pesimistas, pero también que desató la alegría de los fieles e ilusionados, aquellos que, pese a los dolores de cabeza que nos provoca este amor celeste, seguimos soñando con triunfos.
Fue un partido donde, simplemente, todo salió bien. No generamos muchas llegadas, pero fuimos eficaces. La posesión fue baja —tan solo un 32%—, sin embargo, logramos hacer daño rápido y contundente. Al final del día, lo que importa es el resultado, y ese fue favorable para O’Higgins.
Ahora, en el horizonte celeste aparece Ñublense, un rival que viene de sorprender en su visita a la Ruca de Macul. En el primer tiempo, el equipo de Chillán pasó por encima del local, poniéndose rápidamente 2-0 con goles de Sosa y Plaza. No obstante, con el correr de los minutos sintieron la presión en la cancha del Monumental, y terminaron cediendo un empate 2-2.
Se trata de un equipo dinámico, con un mediocampo fuerte comandado por “Lolo” Reyes, acompañado de Valencia, Plaza y Graciani. En defensa, destacan los ex Audax Italiano: Bozzo y Labrín; junto a los laterales Campusano y Cerezo. Los “Diablos Rojos” tienen piezas interesantes en ofensiva, especialmente Patricio Rubio y Gonzalo Sosa. Será un rival duro en la capital de la región de Ñuble, pero no imposible para el “Capo”.
Ya con la cabeza más fría y el corazón tranquilo, comenzamos a pensar en las claves para el duelo del domingo 25 de mayo. Me atrevo a decir que O’Higgins siempre nos sorprende, para bien o para mal, por la irregularidad de su juego. Contra la UC, todo nos salió a favor, incluso los penales dudosos que, en otras ocasiones, nos habrían cobrado en contra. Esta vez, el árbitro Cabero no hizo caso al siempre cuestionado Piero Maza en el VAR.
El gran desafío, a mi juicio, sigue estando en el mediocampo, donde verdaderamente se ganan los partidos. Conocemos la calidad de Lugo y Leiva, y si a eso sumamos el buen momento de Rabello, hay motivos para confiar. Esperamos que Meneghini y su cuerpo técnico estén “claritos” en la lectura del partido y sepan responder a tiempo a lo que se vaya dando en la cancha.